domingo, marzo 01, 2009

“Hipotecados”. Los “nuevos esclavos” de la “Era de la Información”


Ahora lo llaman la Generación Tapón: “si destacas, al rincón”


Dice Pablo, que dice Esteban, que “nunca llegarás arriba porque los que mandan, gente acomodada, gris y antigua, ejercen de barrera”. Pero eso se suele decir siempre, demasiado a la ligera, porque es lo que mejor justifica que uno no esté arriba. ¿Por qué yo no soy “acomodado”, “gris” y “antiguo”. Antes estaba muy claro que algunos nacían “acomodados”, pero ¿grises…?, y ¿“antiguos”...? Eso ya no está tan claro. Ahora ya no parece obvio que, ni siquiera, se nazca acomodado. Ya no hay tantas diferencias. Se nace “acomodado” más a una situación que a otra. Por ejemplo: unos nacen “acomodados ricos”, pero como su meta era la de ser cantantes y no han nacido “acomodados con voz”, van a tener que sufrir para conseguir algún éxito. Otros nacen “acomodados guapos”. ¡Coño! Pero estos, lo que van buscando es un puesto de dirección en un centro de investigación avanzado… y no han tenido la suerte de crecer con ninguna capacidad científica. Otros se vuelven locos por viajar y no han crecido en una familia de pilotos, comerciantes o bohemios. Otros piensan que ser “acomodado” es “tenerlo todo”, pero eso, obviamente no se puede ser, porque muchas cualidades, entretenimientos, placeres, aficiones o intereses son contradictorios e incompatibles entre sí. No se puede ser músico, astronauta, cura, cantante, bailarín, intelectual, escritor, santo, corredor de maratón, monje budista, jugador de baloncesto de la NBA, presidente de la nación francesa, padrino de la mafia, senador norteamericano, miembro de una ONG, programador de videojuegos, terrateniente, mago, capitán general, especulador, torero, viticultor, e historiador y político de la república independiente de Torrecillas de la Tiesa al mismo tiempo.

Esto lo dice Esteban hablando de la “Generación tapón”, y Pablo se lo cree, lo mismo que se lo creen todos los que observan una barrera infranqueable para “llegar arriba”, porque esa cima se halla copada por el clan de los que se han atrincherado en ese peñasco inexpugnable de dudoso valor, como el castillo de Trujillo, y que “tienen miedo a las innovaciones, al talento, a que les quiten el puesto…”. La verdad es que esto mismo se decía en el siglo I, en el X y en el XX, con ligerísimas o ninguna variante. En el siglo I eran los esclavos quienes más se quejaban, en el siglo X los siervos, en el siglo XXI los hipotecados. Parece que siempre ha existido una clase social “comprometida”, que ha tenido que trabajar por cuenta ajena durante toda su vida. Que ha tenido que trabajar no sólo para sí mismo, y su familia, y la sociedad, sino también para otros que han copado las posiciones más cómodas y fáciles de defender con poco esfuerzo. Normalmente los “más tontos”, los menos capacitados para hacer el trabajo creativo y productivo, los que se piensan que unas personas son “superiores” a otras y que unos tienen derecho a dominar sobre los otros por la fuerza; que la Sociedad ha de organizarse de forma jerárquica por imperativo divino, etc. etc.

Dicen los “taponados” que “mucha gente no está en el puesto en el que podría ofrecer lo mejor de sí porque se tiene miedo a que destaquen a nivel profesional: los de arriba tienen miedo de que los de abajo les hagan sombra” Pero esto es no es decir nada: cuando el asaltante toma la posición de privilegio se convierte en “taponador” para que los “emergentes” no le hagan sombra.

Esteban también menciona que la situación típica actual “sería la del treintañero mileurista y con hipoteca que malvive en los estratos inferiores de la empresa rogando no quedarse sin trabajo”. Pero lo que no menciona, para que Pablo le crea, es que ambos tuvieron una vez la oportunidad para decidir entre hipotecarse para TODA LA VIDA o vivir en libertad y tomaron voluntariamente la senda de la esclavitud .