jueves, diciembre 22, 2011

El nuevo gobierno del PP es socialista, pero no lo sabe.


Mi opinión, a propósito del nuevo equipo de  gobierno del PP fruto de  las últimas elecciones democráticas españolas, es que va a desplegar una política más socialista que la que hizo el anterior gobierno del Psoe.  Capitalista también, puesto que estamos en situación de crisis y hay que salvar el mercado global,  pero mucho más volcada en la defensa de la Sociedad que en la articulación de mecanismos que privilegien a individuos concretos.  Son imperativos supranacionales a lo que tienen que responder. Democráticos, puesto que se trata de directivas que emanan del consenso establecido por dirigentes  elegidos  democráticamente por los paises, o delegados de  gobiernos  democráticos locales.  



Hoy en día,  ser de un partido es más una opción sentimental que una ideología; como ser del Real Madrid o ser del Barça.  


Da igual que el partido político se llame de derechas o de izquierdas, socialista, internacionalista, global o nacionalista, capitalista o comunista. El comportamiento  puede ser completamente opuesto. Hay que juzgar sólo por los resultados.    ¡Cuantos mandatarios  parásitos se desgañitan gritando a rabiar que son de izquierdas, aberzales o internacionalistas proletarios, cuando abiertamente están manisfestando comportamientos dictatoriales, caciquiles, corruptos,  imperialistas, sectarios,  racistas o de ultra-derecha!    

La Sociedad a la que servimos es, hoy en día,  un complejo ser vivo, compuesto por individuos, ciudadanos del mundo y otras agregaciones de agregaciones y  agrupaciones de individuos:  empresas,  naciones,  países, multinacionales,  corporaciones, organizaciones, redes, asociaciones...

Los individuos siempre intentarán resolver su vida individual y la de sus próximos asociados, anteponiéndolo a la sociedad del bienestar, infiltrándose en dá igual que partido, organización,  empresa o grupo.       Pero la Sociedad también se protege, cerrando filtraciones,  posibles fugas legales, poniendo mecanismos de seguridad y de defensa, tratando de arbitrar soluciones equitativas, repartos igualitarios, justicia distributiva.

Como están las cosas, con una crisis económica en plena esfervescencia,  una ciudadanía muy sensibilizada,  unas redes sociales y unas agrupaciones denunciando  cualquier agresión contra el bienestar,  denuncias contra la corrupción y el caciquismo, no habrá gobierno que pueda sacar adelante políticas antisociales, ni individuos infiltrados  con mucha capacidad para rellenar sus propios  bolsillos en detrimento de los bienes colectivos.

Esperemos que esta vez no se atrevan a dejarse llevar por la tentación de meternos en otra guerra, provocando la desestabilización internacional, rompiendo las normas de convivencia que sólo propician arbitrariedades, injusticias y "ríos revueltos". La guerra es el recurso fácil, cuando no se saben resolver los problemas por medios lícitos, acuerdos, consensos y negociaciones.

Tengamos, al menos, un primer mandato, estable y organizado, creativo y sugerente. No dejemos que nadie se apoltrone. Pero prevengámonos. por si acaso, para quitarnos del Madrid y hacernos del Barça, si es necesario, cambiando de "camiseta" todas las veces que haga falta, por mucho que duela. Las "camisetas", como las "chaquetas", también se venden y se compran.