¡Gibraltar es lo mejor que tenemos en el sur los españoles!:
Con
su idiosincrasia tan particular, su doble idioma, su pertenencia y lealtad
inquebrantable a la Gran Bretaña; su laboriosidad, su comercio, su turismo… y
todas su peculiaridades.
Rompiendo
la uniformidad y la rutina. Creando contrastes y tipismos.
Incluso
con su contribución a la defensa de la
integridad de los políticos cuando se meten en líos. Cuando son utilizados como
vía de escape para lanzar balones fuera y aunar la masa de los que viven del
sur p’arriba contra ellos, los-muy-llanitos. Hasta los izquierdosos se dejan arrastrar al
grito de “Gibraltar español” y se
olvidan del Bar-Cenas-y-comidas-gratis, de las comisiones (o grandes
propinillas), los ERES, los sobres, los
enchufes, las corrupciones y los privilegios de unos-cuantos-contra-todos-los-demás.
¿Sabríamos
hacer una manifestación anti-política, anti-manipuladores sociales?
·
Que dejen en paz los terrenos en su sitio, que los administren y
exploten los que estén subidos encima
coyunturalmente, atendiendo a las normas que mejor sepan dictar y negociar
entre si y con los de su alrededor.
·
Que los terrenos como el aire, las estrellas, las nubes, el agua y
el cielo no son propiedad de nadie, pero si están ahí para uso del que mejor
los sepa explotar.
·
Que la tierra como el aire, las estrellas, las nubes, el agua y el
cielo son patrimonio del universo para beneficio de la humanidad.
·
Que, en definida, con los terrenos, como con el aire, las estrellas, las nubes, el
agua y el cielo, no se debe comerciar,
ni manipular, ni abusar para crear diferencias, privilegios,
desigualdades, desequilibrios o injusticias.
Ni Gibraltar es un balón, ni la península un campo de fútbol ni los iberos de la punta sur pabilos para iniciar una deflagración que salve a los manipuladores.
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