Terra no sabe si te está dando servicio o no hasta que deja de sonar el cazo; hasta que deja de recibir dinero bobo; hasta que el cliente se cabrea y decide unilateralmente dejar de aportar dinero ganso a una relación en la que ya no participa porque ha decidido cambiar de pareja y utilizar los servicios de otros.
Y luego se cabrean. Dicen que les tienes que mandar un FAX para comunicar la baja. Y rellenar un formulario para solicitar que te dejen de cobrar por lo que no te venden...
Cuan importante debe ser un servicio que se da sin saberlo. Y qué idílica una relación en la que se cobra sin hacer nada. Debe de ser un maldito fastidio que el cliente se te subleve en esas condiciones tan ventajosas.
Dicen que eso es 'querer' de verdad. Los amores más profundos e intensos son aquellos en que se da sin recibir nada a cambio. Son los amores maternales. Pero Terra no predica con el ejemplo y prefiere el amor filial. ¡A mí que me den!. ¡Que pena que esos quereles se acaben!
Cuando deja de sonar el cazo te escribe una carta muy enfadada diciéndote que te van a cortar el ‘servicio de impagados’ poniéndose en evidencia. Se delatan: como no tienen muy claro qué demonios de servicio te están dando lo llaman ‘de impagados’ para cobrarse en salud y no meter más la pata.
¡Es que hay que tener morro!
¿Conocéis a alguien, que no sea Terra, que pretenda cobrarte un producto o servicio sin dártelo?
No. Sólo Terra.
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