No es solo la sonrisa. No es solo la profunda formación en historia de su país y del país de donde proceden los turistas. No es solo por sus conocimientos sobre la sociedad moderna actual... Es también por la dedicación, el interés y el amor por su trabajo; por querer hacer, y hacer, bien las cosas… Por ser activa, incansable, eficaz…
Pero no estamos aquí para alabar a nadie sino para criticar. De nada sirven las adulaciones para la persona adulada. Las adulaciones sólo sirven para fomentar la autoestima, el engreimiento, la vanidad, la petulancia, la jactancia, la fanfarronería, la pedantería, la inmodestia, la vanagloria, la necedad, etcétera, que todos llevamos dentro. Es decir, para derribar algo que se ha edificado y construido con mucho sacrificio, tiempo y dedicación. Necla no debería aceptar regalos de los clientes en reconocimiento a su trabajo. El dinero, como la adulación, también envilece.
No le haríamos a Necla ningún favor si no la criticáramos, puesto que en la crítica y la consiguiente corrección de la causa que la provocó, está la clave de la propia mejora.
En ello estamos.
¡Asómbrense! ¡Necla, la de la sonrisa grande, es machista! En un país de mayoría musulmana, donde una mujer moderna debería portar el estandarte de la liberación femenina, Necla justifica el estatus actual y reivindica menos trabajo para la mujer y su jubilación a los 55 años.
Necla no reconoce ser machista. Nosotros tampoco podemos acusarla de serlo porque en ningún momento defendió que el hombre no tuviera el mismo derecho de retirarse a los 55 años. Pero nosotros lo sobreentendimos.
Un guía turístico habla de religión, política, historia, sociedad… pero siempre sin pronunciarse. Si las mismas disertaciones que nos dio hubieran sido objeto de tesis docto
No me refiero a la inquietud sobre el segundo mandamiento del Antiguo Testamento, que eso debe ser asunto viejo, pues si de una persona muy versada se tratara, esa inquietud la habría echo extensiva a la totalidad de los mandamientos; esos que cada cual escribe como le da la gana, empezando por el propio Moisés, para adaptarlos a su particular conveniencia. Ver (http://www.microsiervos.com/archivo/leyendas-urbanas/diez-mandamientos.html). No. Me refiero a muchas otras inquietudes sobre la situación social, política y religiosa de nuestros tiempos.
4 comentarios:
Me encantan tus relatos de viajes. Realmente es un genero difícil, si no quieres caer en tópicos manidos o en descripciones de fotos google. Y yo creo que lo más me gusta de tus descripciones es el retrato de la gente normal y corriente, esa cuyo modo de comportarse nunca sale en los manuales para viajeros (aunque algunas veces sí salga su imagen). En este caso la cosa es un poco más complicada, pues al tratarse de un guía turístico (y bueno, por lo que parece) es muy difícil distinguir lo que pertenece a su propia cosecha y al “guión” que se supone debe impartir a los visitantes. Pero como muy bien sugieres ente líneas, en el fondo tal vez no haya tanta diferencia: los “guiones” oficiales de las cosas dicen tanto del país que los elabora, con sus omisiones o sus insistencias, como un tratado de sociología, y eso es más evidente aún para los extranjeros, los cuales asisten a la “explicación” sin una idea previa de lo que van a escuchar, ni tradiciones que excusen las exageraciones, ni adoctrinamientos que camuflen las contradicciones. En ocasiones me pregunto cómo sonarán para los extranjeros nuestras propias “versiones españolas” de las visitas guiadas. Tal vez algún día me apunte a una de ellas para japoneses… jajajajaja¡¡ (Aunque pensándolo bien… ¡quizá tendría que mejorar mi nivel de japonés… o al menos el de inglés….)
Muchas gracias, Carlos, por tus apreciaciones, pero, la verdad, es que tengo que decirte, sin que ella se entere, que esta chica nos impresionó a todo el grupo de turistas que tuvimos la suerte de llevarla como guía. Nos hizo vivir la historia de Turquía y cambiar nuestra visión preconcebida, deformada o mediatizada. Pero sus momentos más brillantes fueron aquellos en que el guión que nos soltaba llevaba un cargamento importante de su propia cosecha. Lo vivía. Lo disfrutaba. Y para mayor sorpresa y escándalo, nos retaba a hacerle cualquier pregunta o rebatir sus proposiciones. A mayores dificultades y contratiempos mejores soluciones encontraba y más airosa salía. Como ultimo recurso desplegaba su amplia sonrisa o soltaba un “¡que bonito!” que te dejaba sin argumentos.
hola Aradino. Mi primera experiencia como bloger. Ja!!. He descubierto hoy un monton de cosas y entre Madrid y Asturias he topado contigo a traves de la palabra meditar y con ramificaciones en Extremadura. Me muero de la risa y de las coincidencias. Gracias navegante por tus escritos.
Nar
Cuestiones de Logística y foro de discusión de los turistas que viajaron con el Círuclo de Lectores a la Capadocia.
http://www.losviajeros.com/foros.php?t=67268
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