miércoles, febrero 01, 2012

¡Que no se acabe la crisis! Que dure siempre

¡Que no se acabe la crisis!  ¡POR FAVOR! ¡Que dure al menos 20 años!  El tiempo que me dura el grueso de mis deudas. Es el grito que  no puedo reprimir cuando me pongo en la piel del sufrido mileurista con hipoteca.  El verdadero sostenedor de la economía y de la producción.

Cada vez que la economía da alguna señal de recuperación, lo primero que hacen es aumentar el euribor. Por suerte, como esto es a  todas luces insostenible, el repunte cede y vuelve la recaída. Normal. Esta crisis que han originado los banqueros y especuladores no puede ser pagada por quienes apenas se mantienen con  su trabajo y que vive al borde de la pobreza.  

¿A nadie se le ocurre la forma de hacer aflorar toda  la ingente cantidad de  dinero acumulada por los especuladores durante la burbuja?  ¡Vendedles los aeropuertos, las infraestructuras, dadles proyectos,  que compren deuda del estado…!

¡Pero que no se acabe la crisis!  ¿Es que queremos que vuelvan los corruptos  al amparo de la especulación a seguir  comerciando con favores?  ¿Queremos que vuelvan los  sisadores arañando “picos” del valor añadido por los trabajadores creativos.

¡Que no se acabe la crisis!  dice el artículo de 7 Días

Estamos en el momento preciso para que se incuben las empresas del futuro, para que se recomponga el panorama de los negocios en este país. Los futuros millonarios y billonarios acaban de abrir sus negocios o están por hacerlo, por eso usted está a tiempo de aprovechar esta oportunidad que solo pasa cada 10 ó 15 años cuando tenemos una recesión como la que hemos vivido, recuerde que si no la aprovecha tendrá que esperar otros 10 ó 15 años para hacerlo

Es la oportunidad de los países emergentes para situarse al nivel de los desarrollados. ¿O es que nos preocupa entrar en recesión como Japón? ¡Yo quiero vivir en recesión permanente como Japón, vivir con la mayor renta per cápita del mundo, como en Japón,  y el tener  mayor índice de  esperanza de vida, como en Japón!.

Que los precios se hundan para poder permitirme el lujo de viajar por el mundo en cruceros de lujo a bajo coste y en líneas aéreas en permanente competencia.  Leer libros gratis sin tener que pagar por ello a editoriales, traficantes, vendedores, bibliotecarios, o millonarios del sector del espectáculo y la distribución.
Resulta que esta Sociedad en Crisis lo único  que pide es “creadores”, “especialistas”,  “investigadores”,  gente dedicada a “darle al tarro”, “hacer propuestas”, tomar iniciativas y arriesgar... Por eso ha mandado al paro los trabajos rutinarios, a aquellos obreros que se dedicaban a darle a la manivela una y otra vez, al botón del ascensor o al volante de un coche, para forzarles a prepararse en otros negocios. Es preferible no hacer nada y dedicarse a  pensar, que seguir con la falsa sensación de estar “haciendo algo”, cuando  tu trabajo puede ser realizado por una máquina.       

Son recursos humanos lo que se necesita, no capital. El capital que  lo sigan acumulando los acaparadores de dinero y los especuladores inmoviliarios. ¡Depreciémolos y despreciémoslos! No les sigamos la corriente.  Que las leyes y el que tenga poder para dictarlas actúen en esa dirección. Nada vale más que una buena idea, aunque no se pague con dinero. Pero hay que buscar fórmulas para recompensarlas.  

¿Y los parados?

El líder de CiU da un tirón de orejas al Gobierno y le acusa de no mostrar toda la realidad en las estadísticas del paro.
“Las cifras están infladas por dos motivos: hay muchos españoles que trabajan en la economía sumergida y se tiene en cuenta a colectivos que no buscan trabajo como los prejubilados”, dice. A estos les acusa de cobrar subsidios y “no buscar trabajo”. Para Mas, las cifras pueden mejorar sólo gracias a las pequeñas y medianas empresas como generadoras de empleo y al sector de turismo. “Los futuros puestos de trabajo no se encontrarán ni en la administración pública ni en las empresas multinacionales”, añade” (El Pais)

Pero no se puede ocultar la realidad de que las cifras de paro se han triplicado, y eso no puede ser debido a que los trabajadores hayan  optado por la economía sumergida,  sino a que se han cerrado muchos puestos por no ser rentables, por que han perdido competitividad, o por que se ha terminado el dinero “de futuro” que los sustentaba.  Y muchos trabajadores aguantan,  mal viviendo de “chapuzas”, ensayando soluciones que no acaban de dar dinero suficiente para considerar que tienen un empleo estable.

Pero, si como dice Mas, ni la Administración ni las grandes empresas van a darnos puestos estables, está claro que “han mandado” a los obreros al paro y han cerrado empresas para forzar a que sea esta masa desempleada, sin recursos económicos,  la que de salida a la crisis.     Recursos humanos creando recursos económicos, porque los existentes, o son de futuro, o están atrincherados en manos de especuladores, esperando a que críen y se reproduzcan por si mismo.

Si esta es la situación, y está asumida por todos,  hay que actuar en consecuencia. Hay que apoyar al parado, individualmente, viendo sus necesidades, conociendo sus intereses, sus fortalezas y debilidades, proponiéndole  o ayudándole en sus propuestas. Allanando el camino para que sus iniciativas lleguen a buen puerto. No forzándo la situación, pues muchas propuestas no tendrán sentido;  ni regalando nada, pero sí uniéndose a sus esfuerzos o juntándolos a otros que tengan las mismas afinidades u  ofrezcan conocimientos o habilidades complementarias.  De la misma manera que se crean escuelas de formación,  habría que crear centros de apoyo a la recolación y a la creación de empresas y  nuevos puestos productivos.   Los mismos parados podrían ser los protagonistas e impulsores de estos centros, recabando el apoyo oficial que sea necesario. 

Y mientras tanto, ¡que no se acabe la crisis! ¡que dure siemrpre! Hasta que el dinero de los especuladores se haya devaluado tanto que no valga nada comparado con el trabajo, las iniciativas y la creatividad de las personas.


  

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