viernes, julio 14, 2006

Soy un Torrecillas de apellido

Soy un ‘Torrecillas’ de apellido y no se quien soy ni de donde vengo y ni adonde voy. Si alguien me puede ayudar se lo agradecería.


¡Hay mama mía que pregunta más buena! ¡Que nivel de inquietud! ¡Que profundidad de miras!
  • Si yo fuera Dios te podría contestar: "Un insecto miserable, un gusano rastrero, un bicho asqueroso y mezquino, un insignificante animal de ciudad que se cree que un apellido dice algo más que el número que le ponen a los presos para hacer constar la pertenencia a una sociedad o grupo al que sirve como esclavo y rehén y ante el que ha de humillarse, someterse y arrastrarse..."
Eso solo para empezar, porque la pregunta no tiene desperdicio.
  • Si yo fuera un pelota de la misma calaña, que lo soy, podría adularte diciéndote lo que quieres oír: "Torrecillas es el apellido más insigne de la creación universal... sus raíces se remontan a la época en que....", etc. etc. regalándote los oídos y el orgullo pueril.

  • Pero la más científica e imparcial de todas las respuesta seria la siguiente: “Creo que te gustaría remontarte al tatarabuelo del tatarabuelo de tus padres; es decir, a 9 generaciones atrás:

  1. Padres 2 padres 4 apellidos

  2. Abuelos 4 “ 8 apellidos

  3. Bisabuelos 8 “ 16 apellidos

  4. Tatarabuelos 16 “ 32 apellidos

  5. Tatara-tatarabuelo 32 “ 64 apellidos

  6. Tatara-tatara-tatarabuelo 64 “ 128 apellidos

  7. Tatara-tatara-tatara-tatarabuelo 128 “ 254 apellidos

  8. Tatara-tatara-tatara-tatara-tatarabuelo 254 “ 512 apellidos

  9. Tatara-tatara-tatara-tatara-tatara-tatarabuelo 512 “ 1024 apellidos

1024. Un número muy informático. Un mega de apellidos.

¿Que peso o importancia tiene el apellido Torrecillas para ti? Es muy sencillo en este contexto. El apellido Torrecillas es uno más entre otros 1024 que te pertenecen con idéntica fuerza y valor si todos fueran distintos. ¿Cuáles son esos otros apellidos? Probablemente –y eso ya lo puedes comprobar por ti mismo- te va a salir una distribución análoga a la obtenida cogiendo una relación de apellidos del entorno donde vives. Algo parecido a lo siguiente:

  1. García: 42 (Aproximadamente).

  2. Martín y Martínez: 36 “

  3. Fernández 31 “

  4. López 26 “

  5. Sánchez 21 “

  6. Rodríguez 20 “

  7. González 20 “

  8. Pérez 17 “

  9. Díaz 15 “

  10. Jiménez 12 “

  11. Gómez 11 “

  12. Álvarez 10 “

  13. Muñoz 9 “

  14. Hernández 8 “

  15. Gutiérrez 8 “

  16. Sanz 7 “

  17. Ruiz 6 “

  18. Moreno 5 “

  19. Ramos 4 “


500. Torrecillas o Torrecilla 1 (redondeo de 0,50)

Nótese lo curioso de que de cada 1000, la mitad aproximadamente, unos 500, son distintos.

Al no ser todos distintos, algunos de ellos se repiten más; tienen más peso; y es ese peso y esa distribución lo que diferencia, a la vez que iguala, a una persona y a otra. Las sutiles diferencias que pueda haber entre tú y tu vecino no están en el primer apellido que tengas, sino en la distribución de ellos.

Esta que hemos plasmado aquí procede de una simple relación, obtenida al azar por Internet, que ha resultado ser una lista de unos 1200 candidatos a ‘AUXILIARES DE ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS DE ORGANIMOS AUTÓNOMOS DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA’. Será interesante hacer el mismo ejercicio con otra relación sacada de cualquier grupo, asociación o pueblo; aunque no creo que encontráramos muchas variaciones y en la esencia llegaríamos a conclusiones semejantes y simples; siempre rompedoras de tópicos y tabúes.

Viendo esta distribución, que puede diferenciarse muy poco de la tuya, ¿vas a presumir del apellido Torrecillas sabiendo que por tus venas corre menos de una veinteava parte que de García, o de Martín, o de Fernández....? ¿O es que son demasiado vulgares y merecen el desprecio?, ¿Son apellidos tan devaluados que no merecen ni la consideración propia de seres humanos? ¿Carecen de originalidad?

No nos deberíamos tampoco dejar engañar por distribuciones de apellidos limitadas a unas cuantas generaciones porque cambian radicalmente, sobre todo en los primeros eslabones. El apellido que puede ser mayoritario en la primera generación pasa a ser minoritario en la segunda o tercera, porque las distribuciones, según avanzamos, van siendo más y más uniformes y análogas unas a otras y parecidas a las que se obtienen de una muestra de la población de tu entorno actual .

Cuanto más profundices, más general y universal se hará esa distribución. Pero si ello no te satisface puedes remontarte aún más y, saltando milenios, acabarías sorprendiéndote con una buena colección de adorables monitos neandertalensis que te animarían a dejar de escarbar en el pasado para no acabar dando la razón a ese que se hacía pasar por Dios al principio del artículo.

Desengáñate. El apellido no te define, sino que te alinea y te marca como simple elemento de una sociedad para estar controlado por ella. Tu personalidad, tu originalidad no tiene nombre, o tiene muchos nombres: todos los que tú le quieras poner. Tantos como comportamientos desees mostrar. El nombre te lo ponen para restringirte, limitarte y controlarte y servir de portavoz, vocero y defensor de la sociedad que te lo ha puesto. Nunca serás tu mismo, sino el defensor de los intereses del grupo al que perteneces, grupo que, a su vez, te cobija y protege. En resumen, esa hormiguita intrascendente que no para de moverse, agitarse y trabajar un 90% para el grupo y un 10% para sí mismo. ¿Si vivieras al 100% para ti mismo y sólo, para qué necesitabas nombre, identificativo, etiqueta o marca?

No hay comentarios: