miércoles, marzo 08, 2006

El precio de los contenidos y el valor de la información

Hemos seleccionado el artículo de El PAIS “El verdadero precio del contenido” de GERRY MCGOVERN porque en él se manifiesta como un verdadero problema el que se está produciendo a consecuencia de avalancha de contenidos e información en la Red. El problema de encontrar contenidos ‘verdaderos’ y el de saber valorar la calidad de la información circulante.

Parece que el valor de un contenido está en el ‘retorno’ que genera lo invertido para su obtención. Afirma que “la Red está repleta de contenido de baja calidad’ Se supone que a causa de que esta no produce ni genera ‘retorno’. Y lo llama ‘desperdicio’ e información de ‘baja calidad’ porque no da beneficios.

Así están las cosas para el ‘profesional de la información’. Pero no van muy bien encaminadas. No se puede generalizar.

Es como si hacemos caso a la ‘profesional de la prostitución’ cuando afirma que el amor es cada día de “peor calidad”, porque cada día produce menos “retorno” monetario, a causa del aumento del libertinaje y la promiscuidad en las relaciones sexuales.

También valora la calidad de la información por la demanda que hay sobre ella: “Una organización que tenía una web de 4.000 páginas decidió auditar la calidad del contenido. Como resultado, eliminó 1.000 páginas. No recibió ni una sola petición por el material borrado. Una intranet de 100.000 páginas eliminó 60.000. No hubo ninguna petición de ese contenido.”

Tanto insiste en lo mismo que puede acabar llevándonos a ese terrible error de que ‘información buena’ es aquella que más se demanda y que más se lee, y que, por tanto, cubre costes. Y llama ‘flores’ a la información de calidad que es para él la que da beneficio. “En una era de sobresaturación de información, la gestión del contenido se debe preocupar más en lo que no se publica” y ”el hecho de que Internet tiene costes de distribución bajos puede ser más una maldición que un beneficio” para el bolsillo del periodista.

Podríamos estar de acuerdo en algo como que es peor “si el contenido de relleno es inexacto o engañoso” y aunque no sea de relleno. El problema es distinguir si es inexacto o engañoso. Como engañoso es el identificar “información de calidad” con “información que produce ganancias”.

Dice por último que “si quiere maximizar el valor, céntrese en el contenido de mejor calidad y despréndase del de relleno.”

¿Cuantos artículos como este que comentamos, tenidos como artículos de calidad y sin información de relleno, al defender una “verdad” parcial, local o gremial están falseando la realidad “verdadera”?. Están de hecho mintiendo. Una información de calidad no es la que produce beneficios periodísticos. Una información de calidad debería ser simple y llanamente una información que se atenga fielmente a los hechos, gusten o no gusten, den dinero o no lo den, proporcionen beneficios económicos o sabiduría.

Entre las informaciones “veraces” hay de todo: Hay informaciones sumamente aburridas, otras mas agradables, unas pesadas, otras amenas… y pocas, seguramente, de ‘alto contenido’ o ‘de alto nivel’, que agregan un montón de informaciones de detalle en una sola, por ejemplo: “Los españoles son menos machistas que los italianos” que se obtiene como consecuencia de un estudio, tesis, encuesta, análisis, conferencia o artículo especializado. Pero que, a la vez de ser de “alto nivel” es de “alto riesgo”, porque puede ser falsa o engañosa, si no se aclara el significado real de la afirmación (si “lo dijo tal persona” o si “es el resultado de una encuesta” , etc.)

La mayoría de las informaciones son aburridas, triviales y anodinas; y es difícil encontrar a nadie que se entretenga en plasmarlas en una narración. Solo escritores de mucha categoría, con experiencia, seguros en su trabajo, se pueden atrever a hacer descripciones de hechos sencillos, trasformándolos en relatos atractivos y seductores o simpáticos e interesantes.

Pero la información es necesaria. La información es la base del conocimiento. Para conocer se necesita información. No se puede hacer discriminación entre información buena e información mala porque no existe esa diferenciación. La información es la materia prima; la que relata los hechos en bruto. Lo que se construye con esa materia prima es otra cosa; son casas, estructuras complejas, mejor o peor hechas. Son ciencias, culturas, tecnologías, métodos…

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