lunes, febrero 27, 2006

Bandoleros de blogs y foros

Antonio Burgos nos critica en el artículo titulado “Bandoleros de blog y foro” de escribir escudándonos en la “cobardía del anonimato”, porque “pueden robarle a alguien la fama, el honor, la credibilidad”. Y que “la verdad es desvalijada a cada momento”.

No, no, no... Nadie desvalija la verdad a nadie porque nadie sabe qué es la verdad. Si somos ladrones de verdades, plagiadores de ideas y copiones de inventos... tenéis que denunciarnos, perseguirnos y desenmascararnos sin demora, pero con las mismas armas y equivalentes técnicas con las que cometemos esas tropelías. Es decir, argumentos, hechos, realidades, pruebas, referencias.

Los que nos dedicamos al arte del ‘posteo incognito’ de incógnito, a veces ocasionamos mayores beneficios que desgracias, sin que nuestro pirateo cruel se lo haya propuesto, pretendido o premeditado. Porque ponemos en entredicho afirmaciones oficiales, doctrinas y creencias que se dan por válidas sin haber sido verificadas. Peor es el perjuicio que causan los pretendidos sabihondos que, de tan habituados a no tener réplica, se van entusiasmando cada vez más y acaban construyendo castillos sobre falsos pilares, que se desmoronan al primer arrebato.

¿Podría ser que la piratería, sin quererlo, haya abierto más caminos de libertad que los gloriosos ejércitos y armadas imperiales? PODRÍA SER.

Muchos convencidos ensayistas están metiendo la pata creyendo que la verdad es la suya. Esta es la peor plaga. Se institucionalizan y la primera tontería del día que sueltan es ley. ¡Cuidado! ¡Que eso pasa!. Son los primeros que van a lanzar una guerra cruel contra todo lo que vaya en su contra sin hacer distinción entre genuinos y farsantes.

¿Podría ser que los gloriosos ejércitos imperiales hayan causado más muertes, desgracias, desastres y ruinas generalizadas, que los bandidos de la sierra? PODRÍA SER.

No está tan claro donde está la verdad. Tal vez los ejércitos imperiales pretendían crear un ambiente de seguridad y riqueza en determinados estamentos sociales a costa de otros. Tal vez.

Con el buen gusto pasa lo mismo. ¿Qué es el buen gusto? ¿dónde está? ¿Se puede criticar lo que es de mal gusto?. No tiene sentido, ni lógica, ni razón de ser. Lo que sea de mal gusto lleva implícita su propia destrucción porque nadie al que no le guste algo lo va a soportar. El viejo articulista no va a imponer al lector el gusto que ha de tener, para tener garantizado su propio éxito. No coartes a los noveles ensayistas que, como el propio García Márquez, empezarán ensuciando páginas y páginas hasta que la evidencia y los ‘buenos’ criterios empiecen a filtrar algo decente. La diferencia está en que aquí (en los blog y en los foros), la producción (o subproducción) empieza a enfrentarse antes con la lavadora, la trituradora, los filtros y los tamices de la cruda realidad.

Es el riesgo de la libertad.

Arrogándome la defensa de los los escribidores en los blogs, aseguro que todos somos gentes pacíficas, únicamente armadas de teclado y las mejores intenciones, dedicadas a escribir cosas sensatas, tonterías o lo que nos viene en gana. [Esta última expresión la he robado y no digo a quién para poder presumir de piratería]

Propongo el siguiente postulado: LA VIDA ES UNA INMENSA TONTERÍA. Como todos los postulados puede ser cierto o puede ser falso. Imagina que es cierto: Aquellos que se dedican a escribir y difundir razonamientos profundos, formales, serios y sensatos son los primeros candidatos a hacer el ridículo más estrepitoso. Mientras que los que practican el humorismo y la comicidad están en su salsa. Si, por el contrario, el aserto es falso, entonces la vida tiene sentido, lógica y razón de ser: nacemos para vivir, vivimos para engendrar y morir; morir es nuestra meta y todo lo demás que hagamos es pura tontería porque ir contra la muerte es ir contra-natura.

La libertad es una característica intrínseca del entorno, del microsistema social y le confiere a este de propiedades dinámicas y evolutivas. En un medio donde no hay libertad pasa lo contrario. La ausencia de libertad determina estabilidad y estacionalidad e inmovilismo.

Nosotros los escribidores de blog empezamos a sentir esa responsabilidad de corregir a otros escribidores tan malos o peores que nosotros. Pero lo más importante es denunciar esos tópicos establecidos como normas infalibles, desenmascarar esos postulados sostenidos por políticos formales, sepultar arrogancias, falacias, falsedades, embustes, mentiras, hipocresías, fingimientos, petulancias, engreimientos, vanidades, fanfarronerías, suficiencias, jactancias y pedanterías. ¡Hay tantas entre la élite literaria que se necesitan muchos y más blog para poder exterminarlas.

¡Cuantos son los que piensan que ‘se puede decir cualquier cosa si se dice bien’! Yo me lo he creído muchas veces. Dicen más las buenas palabras que los buenos hechos. Las formas que los contenidos. Y así es, cuando quieres convencer. El problema esta en que nadie piensa que es mejor dejarse convencer, que ganas más cuando te sacan de tu error, que cuando tu corriges los errores de otro... Pero así no se suelen ver las cosas nunca.

Se es más libre cuando uno se escuda bajo el anonimato. No te condicionan otros propósitos u objetivos a conseguir indirectamente. Muchas verdades sólo se pueden decir bajo el anonimato, porque conllevan un alto riesgo si las personalizas. Uno no gana nada asumiendo riegos innecesarios. Ni siquiera merece la pena exponerte cuando los consejos que estas regalando benefician más al inconsciente denunciado.

Yo le doy más mérito al anónimo que al seudónimo, porque el anónimo no va con la intención de ganar fama ni reconocimiento. Lo hace sin ánimo de lucro. Sólo en aras de la verdad y el bien común. Yo estoy arto de denunciar en los foros que los conceptos de patria, bandera, nación, religión y política... son distintivos insolidarios, sectarios y diferenciadores, causantes de discordias, guerras, favoritismos, luchas sociales y represiones. Y eso es una verdad como una catedral que no se puede decir fuera del anonimato.

Por último, como lo nuestro es calumniar y difamar, vamos a tratar de complacer al articulista oficial y echar unas cuantas para no dejarle por mentiroso. Ahí van:

¡Malditos políticos!, ¡cómo enredan, lían y cizañan a la población para cosechar votos!

¡Malditos militares que llevan a la muerte al soldado por un cacho de trapo y una patria!

Malditos religiosos que se benefician afirmando que hay otra vida!

¡Malditos los que inventan ídolos!

¡Malditos los que queman los ídolos que otros inventan!

¡Malditos los que hacen creer que existe el bien y el mal, el demonio y el infierno, dios, Papá Noel y los Reyes Magos, y la santísima madre que...!

¡Malditos los que luchan contra las creencias de otros!

¡Malditos los creen que la profanación existe!

¡Malditos los que crean artilugios objeto de ser profanados!

¡Malditos los que crispan a la población porque un artilugio ha sido profanado!

¡Malditos todos!

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