1. Empiezas a estar harto de tanta contraseña y decides compartirlas con tu ordenador.
2. Ya no recuerdas lo que es jugar en real con amigos de carne y hueso al escondite ingles, al rescate y al veo veo…
3. Ya no recuerdas ningún número de teléfono y el tuyo se lo has confiado al móvil.
4. Ya no te sorprende verte enviando un e-mail a las personas que se sientan junto a ti.
5. Sigues sin estar en contacto con tu familia por que no tienen correo electrónico pero has descubierto nuevos viejos familiares con su página web y están en los foros o tienen un blog.
6. Ya no te llaman al teléfono fijo ni los vendedores; hasta ellos se han dado cuanta que en casa sólo te pueden pillar en estado somnoliento o peor.
7. Ahora marcas el +34 delante del número de teléfono porque empieza a hacerse indistinguible el país en el que estás.
8.- Te estas haciendo imprescindible en el trabajo: se te acabaron los ascensos.
10. Tu jefe –como en 2004- sigue sin tener la habilidad para hacer tu trabajo. El nunca fue imprescindible.
12. Te estas quedando sin puertos USB en tu ordenador para todos tus cacharos. Si pones la cámara de fotos tienes que quitar el disco extraíble, el MP3 o la Palm.
13. Salir de tu casa sin móvil el cual no has tenido los primeros 20, 30 o hasta 60 años de tu vida te hace entrar en pánico y regresas a por el.
14. Te levantas por la mañana y te conectas a internet a leer el NablaZone, visitar las novedades del Vialar(ofertas y vuelos punto com) y por último hacer un vuelo virtual con el Google earth.
16. Estas mirando alrededor para asegurarte de que nadie te ve que estas sonriendo enfrente de tu PC. Estas leyendo esto y te estas riendo. Tal vez hayas encontrado algo nuevo para enviar. Este año te trae sin cuidado si faltó el número 9 en esta lista. ¡Maldita la falta que hacen los números en una redacción!. Ahora acabas de comprobar que efectivamente no está el numero 9 y otros más que han sido censurados para abreviar la carga de mensajería inútil. Así nos adelantamos al 2006. Ya no te ríes de ti mismo ni de tu propia caricatura. Tampoco de tu propia sombra como los del siglo pasado. Nos estamos haciendo más ‘selectivos’ y vamos a librar a nuestros amigos de tener que releer las historias repetidas.
Aradino
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