jueves, noviembre 17, 2005

La vida es una gran tontería


Una enorme tontería nacer, vegetar y morir. Mantenerse, relacionarse y reproducirse. Lo mismo que los gusanos. Igual que las hormigas, las ovejas y los árboles. Una gran tontería.

Me gustaría conocer a alguien que percibiera las cosas de esta manera. No es mi intención convencer de esta realidad. Probablemente lo único que conseguiría sería provocar una depresión inútil. Podría intentar demostrarlo, pero no merece la pena. ¿Para qué? Solo merecería la pena salir en defensa de una hipótesis semejante en el caso de que alguien intente desacreditar la tesis alegando que son tonterías. No me enfadaría si me dijeran que son mentiras, necedades, falacias o algo parecido. Me enfadaría si me dijeran que estoy exponiendo tonterías porque esa evidencia no haría sino confirmarla como una más dentro de un conjunto infinito e ilimitado que es la inmensa tontería de la vida.

Tengo frente a mi una perfecta nevada otoñal y detrás un sol radiante dominando la tempestad y auxiliando a una margarita a emerger entre la nieve. Tonterías. ¿Para que? ¿Para que sirven la mariposa, la araña, el abeto...? Están ocupando un espacio y un tiempo en el Universo con el único fin de contribuir a elaborar una oferta de mejora en la codificación de la especie, para que sus sucesores perseveren en esa colaboración indefinidamente. ¡Que tontería!

Y nos creemos listos. Empezando por mí. Vaya cosa más tonta. Porque sentimos la necesidad de plasmar sobre el papel estas apreciaciones que pudieran ser tomadas en consideración en nuestro catálogo cultural como conocimiento ‘verdadero’ o como hipótesis falsa. O simplemente descartado como falaz y frívolo. Con sus lógicas demostraciones. ¿Por qué?

¡Por decreto! Tontería es una palabra malsonante. Y siendo indiferente el calificativo que le pongas a la vida, descartamos el de tontería por ofensivo e intrascendente. Punto.

Pero es una tontería. “Se mueve a pesar de todo” diría Galileo. Lo cual –y entre paréntesis- es otra tontería porque ¿que más da decir que el Universo se mueve con relación a la Tierra que decir que la Tierra se mueve con relación al Universo? Que las fórmulas del movimiento serían más complicadas. ¿Y a quién le importa?

Lo importante es no obcecarse ni perder la cabeza por ello. Pero fastidia que otros diciendo lo contrario y pudiendo ser manifiestamente más falso se salgan con la suya.

No tengo ni idea de donde les viene a las personas esa necesidad de exponer y divulgar su propio punto de vista. Es probable que sea porque no lo hayan visto expuesto en ningún otro lugar. Podría ser una idea nueva que hay que divulgar a toda costa. Lo que estamos defendiendo valdría como ejemplo: Esa manía de pensar que hay más tontería en este mundo, que trascendencia y racionalidad.

No nos debería costar admitir que muchas de las cosas que nos rodean son completamente absurdas. Tan absurdas como, por ejemplo, cinco millones de espermatozoides pretendiendo fecundar un óvulo. O miles de blogpost, intentado no se sabe qué, en un mar de informaciones desordenadas, sobresaturando las redes...

Es que sólo conocemos el Universo que nos rodea y en él todo parece orientado a hacernos protagonistas y punta de una pirámide que es sostenida por cada uno de sus peldaños. El Universo es nuestra pirámide y no vemos fuera de él las piedras que están en el suelo, las que no sirven, las que están al margen del nuestra vida. Los fenómenos y hechos inútiles que no sirven para nada.

¿Alguien sabe para qué sirve cada cosa? Nadie. Pero no paramos de buscar. Hemos inventado la ciencia, la tecnología y avanzamos generando infraestructuras, sociedades, información, recolectando datos, produciendo conocimiento. Muy despacio, pero acelerando. Somos hormiguitas protagonistas de una verdadera Creación. Pero no parecemos capacitados para saber que es lo que estamos creando.

Esa es la mayor tontería de todas: Crear sin saber qué y sin poder sustraernos a la tentación de participar en una Creación cuyo precio es nuestra propia vida.

No hay comentarios: